
¿Has pensado alguna vez en sumergirte en una bañera de agua sulfurosa, cerveza e hierbas medicinales a 34 grados centígrados? La cervezaterapia ha nacido gracias a los maestros cerveceros de la ciudad checa de Chodovar pero promete extenderse porque se ha demostrado que la levadura de cerveza aporta a la piel vitaminas del tipo B que la suavizan y la regeneran, además de dejar los poros limpios. Por otro lado, sus burbujas relajan.