Todo sobre las extensiones de pelo

Las extensiones más utilizadas son las que provienen de la India. En este país, las mujeres hindúes, desde que nacen hasta que se casan, no se pueden cortar el pelo, y cuando contraen matrimonio, el corte de su larga cabellera es todo un ritual.

Por lo general, este cabello es muy sano, ya que nunca ha sufrido tratamientos agresivos con permanentes o decoloraciones y, además, es extremadamente suave. Actualmente, la industria capilar compra estas extensiones de pelo natural y las comercializa principalmente en Europa y América. Antes, se esterilizan y se preparan para que resulten aptas en las peluquerías.

También existe otro tipo de extensiones de origen italiano, mucho más largas, que llegan hasta la cadera y resultan más caras.



¿Qué cuidados necesitan?

El pelo puede lavarse con toda normalidad, en la piscina, en la playa o en casa, con los productos habituales si es un cabello teñido, seco o rizado, y poniendo siempre crema hidratante o acondicionador para facilitar el desenredado.

Es importante que el cepillado se realice con cuidado y sin dar tirones para no enganchar y arrancar la extensión.

El secador hay que utilizarlo a una temperatura no muy alta, ya que la queratina o pegamento se deshace al contacto con el calor.

¿Pueden dañar el cabello?

No si se colocan correctamente y por un buen profesional. La queratina sintética que se utiliza para pegar las extensiones al cabello es muy similar a la queratina de la fibra capilar. Con este suave pegamento, el pelo no sufre en absoluto.

¿Cuánto cuestan?

Cada mechón de las extensiones permanentes cuesta entre 3 y 6 euros, según la peluquería. Para un alargamiento de una melena que llegue hasta la cintura, se utilizan entre 80 y 100 mechones. El coste total de esta melena oscilaría entre 300 y 600 euros.

El precio de las extensiones de quita y pon suele estar entre 90 y 150 euros cada tira, y la cantidad de éstas depende de la abundancia de la melena de la clienta, o de cómo quiera verse.



Extensiones permanentes

Son mechones de pelo de 40 a 50 centímetros. Pueden ser lisas o rizadas, naturales, teñidas o con mechas, dependiendo del pelo en el cual se instalen. Se adhieren al propio cabello a un centímetro y medio de la raíz. El proceso se realiza mediante una queratina sintética que facilita la unión con una pinza de calor. Para retirarlas se aplica, en la junta entre el pelo propio y el postizo, un líquido que funde la queratina y, al tirar levemente, la extensión sale con total suavidad. La duración de estas extensiones es de cuatro a seis meses. En este tiempo, el pelo crece con toda normalidad.

Extensiones de quita y pon

Son también de pelo natural. Pueden ser lisas, onduladas, naturales o teñidas. Las tiras se unen alrededor del pelo mediante pequeños clipes que suelen pasar inadvertidos.

Son tan fáciles de poner como una peineta, y se pueden lavar en casa con un champú suave.

La cantidad de extensiones que se pueden aplicar en el cabello depende de la abundancia de la melena.

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